desde que la vida se mueve todo al rededor se conforma de sonrisas, cubos e insectos; las gotas feroces de la lluvia al caer, lo imaginario de las aves y el color de las cosas que más allá de nuestra mente palidecen.
comunicarse a través del silencio se vuelve entonces ensordecedor y creo que poco a poco voy respetando más las cosas que no soy; voy diciendo hola cuando realmente necesito decir adiós y dudo de los círculos, porque siempre han sido mi mejor opción, más allá de su redundancia al pronunciar nuestros cuerpos diciendo nada.
necesito adquirir concentración.
hjuo
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