Se pueden encontrar muchos sabores dulces dentro de la negaciĆ³n, es como no acariciar el cuerpo de la persona que amas mientras la amas. Es gritar con todo el aire de tus pulmones y despuĆ©s, muy despacio, en silencio: sonreĆ­rle con complicidad a la nada desde un muelle solitario en el caribe, recorriendo con la cabeza y la mirada muy lentamente todo delante de ti. Esperando algo, con la sonrisa cada vez mĆ”s cĆ³mplice y a punto de estallar dentro de tu boca.

El mar siempre tuvo esa capacidad de regenerarse y querer explicar tantas cosas a la vez, que termina con la boca colmada de espuma cual perro rabioso y permanece constantemente borrĆ”ndose frente a nuestra presencia humana, de carnes, huesos y demĆ”s. Un muelle en el mar tambiĆ©n podrĆ­a hacernos desaparecer, y el mar al muelle Ć³ la muerte a todos, o los aviones al llevar nuestros cuerpos, o las personas que nos conocen cuando dejan la consciencia de lado para dormir.

Se nos borrarĆ”n los rostros sin vergĆ¼enza, no nos reconoceremos la cara mientras las cosas que tengamos que decir sĆ³lo se puedan expresar con la piel, ni siquiera con dibujos, ni pinturas, y mucho menos con anĆ”lisis complejos de estos.

El muelle detenido, como queriendo decir algo.

Algunas horas mĆ”s tarde todo se oscurece y el mar en su amplitud no deja de dar vueltas, de ir y de venir consecuente; mi cuerpo ahora tumbado sobre el muelle respira muy profundo. SĆ© que el caribe, las estrellas, la luna, el sol y los planetas, el mar, el muelle sobre el que estoy, mi vida, los recuerdos, los perros rabiosos del mundo, el amor, mi cuerpo, la piel, los sabores dulces y salados, la negaciĆ³n, las caricias en silencio, mis pulmones, tus pulmones, las sonrisas cĆ³mplices de los locos a la nada, los aviones que nos hacen desaparecer de lugares al llevar nuestros cuerpos, o las personas que nos conocen y dejan de lado la consciencia para dormir; todos podrĆ­an caer sobre mĆ­ en cualquier momento.

Yo sĆ³lo reirĆ©, llevarĆ© mi cuerpo de un costado al otro y luego pensarĆ© en lo que opino de todos ellos.

hjuo

hjuo alonso

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